Ayer hablamos sobre qué eran las bradicardias y cuáles eran las causas principales que se producían. Hay vamos a tratar los factores de riesgo y cómo intentar prevenirla.
En la mayoría de los casos, las bradicardias están asociadas a los daños de tejido cardíaco, por lo que todo aquellos que aumente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, también va a ser un factor de riesgo para el desarrollo de las bradicardias. Los principales son:
- Edad avanzada. El envejecimiento se relaciona con el deterioro del tejido cardíaco, favoreciendo el riesgo de bradicardia por una disminución de la actividad.
- Presión arterial alta. Si el corazón va lento, tiene más tiempo para llenarse y con cada latido se impulsa más sangre, aumentando la presión arterial.
- Consumo excesivo de alcohol y tabaco. Ambas sustancias son tóxicas para el músculo cardíaco, de manera que debilitan el corazón y elentecen su actividad.
- Consumo de drogas.
- Estrés y ansiedad. Cuando estamos estresados tendemos a aumentar los malos hábitos, así como fumar, beber demasiado o comer alimentos ricos en azúcar, sal o grasa. Todo esto favorece la disminución de la actividad cardíaca.
La bradicardia es algo que no puede prevenirse como tal, pero si existen muchas recomendaciones que nos ayudan a mantener la salud del corazón, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y, por consiguiente, también disminuye la probabilidad de bradicardia.
Entre estas medidas tenemos:
- Hacer ejercicio físico diario.
- Llevar una dieta equilibrada
- No fumar ni abusar del alcohol.
- Mantener un peso adecuado.
- Realizar técnicas de relajación para controlar el estrés.
- Mantener el control de la salud, yendo a todas las revisiones y avisando rápidamente de posibles alteraciones.
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