Aplicaciones del cateterismo cardíaco

 El cateterismo cardíaco es un procedimiento complejo e invasivo que consiste en la introducción de catéteres, unos tubos finos y flexibles, a través de los vasos sanguíneos para llegar al corazón. Se utilizan para diagnosticar o tratar determinadas patologías cardíacas. Generalmente se insertan por los brazos, las ingles o el cuello.

Tienen muchas aplicaciones. a continuación le dejamos una lista con algunas de ellas:

- Ubicar y eliminar el estrechamiento u obstrucción de los vasos sanguíneos, pudiendo realizar a la vez una angioplastia o la colocación de stents.

- Comprobar la función del corazón, así como evaluar la anatomía del mismo y de las arterias coronarias.

- Medir presiones de las cavidades cardíacas (evaluación hemodinámica).

- Calcular las concentraciones de oxígeno en las distintas partes del corazón.

- Saber si hay válvulas dañadas u orificios en el tabique auriculoventricular. Dado el caso, podrían ser reparados al momento.

- Diagnosticar defectos cardíacos congénitos, es decir, problemas cardíacos presentes desde el nacimiento y repararlos.

- Hacer biopsias del tejido cardíaco.

Generalmente, estos exámenes duran entre 30 y 60 minutos, aunque pueden alargarse si se realizan otros procedimientos a la vez. Por ejemplo, si descubren que hay una arteria obstruida, aprovecharán para extenderla, aumentando el tiempo de la intervención.

Como cualquier técnica invasiva, el cateterismo cardíaco tiene algunos riesgos, pero son poco frecuentes. Entre ellos se encuentran: sangrado, formación de coágulos o hematomas, lesiones en las zonas por las que son introducidos los catéteres, accidentes cardiovasculares, reacciones alérgicas al contraste o a los medicamentos, etc. Con todo, como ya dijimos, suelen ser intervenciones seguras y de fácil recuperación. 

Le dejamos un vídeo que resume muy bien su utilidad.