21 abril, 2023

Interpretación del electrocardiograma. Parte IV

 ARRITMIAS LENTAS. BRADIARRITMIAS

La bradicardia es aquel ritmo cardíaco cuya respuesta ventricular es menor a los 60 latidos por minuto. Puede darse por la existencia de un problema en la generación del impulso por parte del nodo sinusal (enfermedad del nodo sinusal) o porque el impulso generado en el nodo sinusal no se conduce a los ventrículos (bloqueo auriculoventricular). 

BRADICARDIA SINUSAL. Una bradicardia es fácilmente detectable en el EKG ya que se distingue claramente que el ritmo es lento. La bradicardia sinusal es una de las formas en las que se puede presentar la enfermedad del nodo sinusal, aunque también puede presentarse como pausas sinusales, en las que el problema es la pérdida de latido, es decir, falta un estímulo sinusal. A continuación se muestra un ejemplo de cada:



LATIDOS DE ESCAPE (no sostenidos) O RITMOS DE ESCAPE (sostenidos). Cuando el ritmo sinusal se enlentece demasiado, o cuando el estímulo eléctrico no se transmite de forma adecuada, pueden funcionar de forma repentina centros auxiliares que evitan asistolias prolongadas. El latido de escape genera una contracción que es capaz de evitar el síncope hasta que las estructuras recuperen de nuevo el automatismo. 


BLOQUEOS AURICULOVENTRICULARES. Se producen cuando el estímulo eléctrico se produce con normalidad en el nodo sinusal pero su transmisión se interrumpe en el nodo auriculoventricular, de manera que no llega a los ventrículos de forma adecuada. Hay tres tipos: 

Bloqueo AV de primer grado. Todas las ondas P conducen, pero con un retraso mayor. En el EKG se distingue un intervalo PR prolongado (mayor a 0,20 segundos). Todas las ondas P van seguidas de un complejo QRS. 


Bloqueo AV de segundo grado. Algunas ondas son conducidas (seguidas de QRS) y otras se bloquean y no conducen. Se distinguen dos tipos:
  • Tipo I (Mobitz I). El intervalo PR se alarga progresivamente en cada ciclo hasta que una onda P se bloquea. 

  • Tipo II (Mobitz II). El intervalo PR es constante hasta que, de repente, se bloquea una o más ondas P. 


Bloqueo AV de tercer grado. Ninguna onda P es conducida, por lo que los ventrículos son estimulados por un ritmo de escape a una frecuencia diferente no relacionada con la actividad de las aurículas.


Por último, es importante indicar que:
  • Si un bloqueo AV completo tiene un QRS estrecho, sabemos que el lugar de bloqueo es a nivel del nodo AV alto ya que el latido de escape se produce al inicio de las vías especializadas. Así, la respuesta ventricular será mayor.
  • Si el bloqueo AV está más bajo, entonces el latido de escape no puede incorporarse a las vías especializadas y tendrá que hacerlo célula a célula, de manera que el QRS será ancho y la frecuencia ventricular, menor. 



Información extraída de:
Electrografía básica. 4ª edición. María Blanco Vidal, Emiliano Fernández-Obanza Windscheid.
Versión resumida disponible para móviles: https://focusekg.campuscardio.com/







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